Camino en una calle apenas transitada por unas cuantas personas que apresuran sus pasos intentando huir de la lluvia, deslizándose como sombras fugaces, las veo ir y venir, pero... para qué huir, unas cuantas gotas de lluvia no le hacen daño a nadie, yo prefiero caminar lentamente para asi poder disfrutar de esa suave y fría brisa.
...
De repente, los miles de pensamientos que dan vueltas en mi cabeza son diluidos en un par de segundos mientras camino, y me encuentro a mi mismo, en medio de la nada, sin nada más que el incesante ruido de la lluvia golpeando el suelo. Lo primero que pienso es que algo debe estar mal, pero no, al parecer no es eso, porque de hecho ese "algo" no está, "algo" hace falta; de un momento a otro he notado un cierto vacío en mi interior, que aunque no es profundo, pide con unos gritos abismales ser llenado (o rellenado, talvez). Sigo caminando, fingiendo que todo está bien, que todo está en su lugar, aunque me queda claro que algo no está en su lugar.
...
Lo peor de todo es que no sé si ese vacío ha estado ahí siempre o si su inexistencia es reciente.
¿Ese lugar ha sido desocupado mientras caminaba bajo la lluvia o es un antiguo vacío que no había notado hasta ahora?
De cualquier forma, me inquieta... hago una rápida introspección, intentando encontrar lo que falta, algo que encaje a la perfección en ese pequeño espacio vacío.
—Pero... ¿qué es? ¿qué falta?
Me cuestiono a mi mismo... y solo encuentro silencio.
Creo que esta vez la respuesta no está en mi interior, talvez en esta ocasión la respuesta se encuentre allá afuera, o peor aun, dentro de alguien mas.
—¿Y si este pequeño vacío tan incomodo solo puede ser llenado por alguien mas y no por mi?
Me detengo y reflexiono un poco.
En un instante vuelvo a la realidad... y me veo de pie bajo la lluvia, no hay nadie a mi alrededor. Aquella extraña sensación se ha ido. Pero algo en mi interior me dice que volverá.
*Siempre vuelve.*
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